BARATO, BARATO…
Hay un país, qué quieren que les cuente,
donde se premia al tonto y al idiota,
al listo se le toma a chirigota,
y se castiga al que es inteligente.
Es un país que tiene la patente
en hacer mal las cosas, y se nota,
allí la picaresca no se agota,
aunque la historia dure eternamente.
Hay ladrones en todas las esferas,
indeseables todos los que quieras,
y sinvergüenzas hay a tutiplén.
Pasen y vean, tienen para rato,
mirar, aunque no es gratis, es barato:
verán que es un país de todo a cien.
Antonio Casares
(Santander, 18 de diciembre de 2013)
De todo a cien... o de los chinos, que acabarán comiéndonos por los pies.
ResponderEliminarEste podría ser el estrambote del soneto.
ResponderEliminarHablando de estrambotes,......... ¡maricón el que no bote!
ResponderEliminarYo ya tenía un rebote antes de leer el soneto de Antonio, así que mira para otro lado.
ResponderEliminarEs que está en lo cierto. Triste, pero tal cual.
ResponderEliminarY lo barato sale caro.
ResponderEliminarAunque tampoco lo caro es necesariamente lo mejor, que hay mucha tontería también.
ResponderEliminarY encima, como dice Antonio, te dan premio.
ResponderEliminarEs cierto. No saben distinguir a un Lázaro de Tormes de un pícaro-trepa-chorizo-mangurrín.
ResponderEliminarY se ha quedado corto.
ResponderEliminarSe ha dejado uno de nuestros mayores males: la envidia.
En cuántos empleos, tanto privados como públicos, acaban ascendiendo no los más preparados y serios, sino los mejores lameculos. Hasta que se descubren los pasteles y tienen que acabar llamando a los serios y bien preparados, que también los tenemos, para intentar arreglar los desaguisados de las "estrellas".
ResponderEliminarLos partidos políticos y sindicatos el mejor ejemplo.
ResponderEliminarDonde más se da, efectivamente.
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