Madrid, 21.00 horas del 18 de agosto de 2011:
Benedicto XVI cierra un discurso en el que ha pedido a los jóvenes que eviten seguir el ejemplo de quienes, "creyéndose dioses, desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias; dar en cada instante un paso al azar, sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso de cada momento". [Noticia de agencias]
Esto... Bene... qué le iba a decir, hombre... ¿y los que se sienten representantes directos de Dios en la Tierra, eso cómo va?
Benedicto XVI cierra un discurso en el que ha pedido a los jóvenes que eviten seguir el ejemplo de quienes, "creyéndose dioses, desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias; dar en cada instante un paso al azar, sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso de cada momento". [Noticia de agencias]
Esto... Bene... qué le iba a decir, hombre... ¿y los que se sienten representantes directos de Dios en la Tierra, eso cómo va?
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