Para todos aquéllos que desconozcan la característica más reseñable de las palomas mensajeras*, en resumen les diré que se trata de unas aves que no saben ir a ningún sitio y cuya habilidad notoria es que tan sólo saben regresar. Para averiguar el origen de esta cualidad y de la morfología que lo posibilita, habríamos de remitirnos a los expertos en colombofilia y/o veterinaria.
Históricamente, y ya desde la Grecia clásica, se han explotado estas habilidades mediante su empleo como correos emisarios de secretos militares. Viene esto al caso, constatando la alarmante similitud del comportamiento de este animal con el de cierto presidente, que quizás por su carencia de iniciativa, de ánimo, o simple falta de orientación y vuelo de corto alcance, es incapaz de dirigirse a sitio alguno, y lo que es peor, de encontrar las cartas de navegación adecuadas para dirigir al país hacia la salida de este hediondo palomar. Tan parecido al colombófilo es el comportamiento del mencionado presidente, que a fuerza de ejercer su asombrosa capacidad de portador aéreo acrobático de misivas, nos está llevando cumpliendo su labor de leal palomo mensajero, en vertiginoso regreso a situaciones sociales propias de épocas anteriores a la revolución industrial. Se trata de una especie de palomo mensajero adiestrado férreamente para la entrega puntual y disciplinada de las órdenes encriptadas por sus criadores desde los puntos de suelta situados allende de nuestras fronteras.
Asimismo y por último, este pichón está supuestamente, siempre supuestamente, capacitado para aerotransportar hasta su palomar, firmemente sujetos por su pico, además de la picassiana rama de olivo, diversos tipos de sobres.
*Una paloma mensajera es una variedad de paloma bravía (Columba livia)1 que se entrena para que vuelva a su palomar desde largas distancias llevando algún tipo de mensaje o carta, llamadas columbogramas, en un tubo anular que se les coloca en una pata.
Según la tradición bíblica una paloma sería la que le llevó a Noé el mensaje del retroceso de las aguas después del Diluvio al regresar con una rama de olivo en el pico, convirtiéndose en el símbolo de La Paz.
11 comentarios:
Claro que otros veían brotes verdes, en lugar de ramas de olivo y tampoco sabían qué hacer con ellos.
Eso suponiendo que además de ello no fuese también miope.
Donde pone ello, ponga LELO.
Por cierto, además de palomos existen los pájaros bobos.
No es que existan, es que hay Over Booking.
¿Mensajeras? No tensajero nada.
Yo cada vez entiendo menos, o entiendo mejor, no lo sé, bueno, tampoco voy a exagerar.
Pues para entenderlo tendrás que esperar al 1 de Agosto en su comparecencia.
¡Qué fecha! ni que la hubiese escogido adrede.
"Operación salida".
¿Será casualidad o casuística?
♫Qué será será, whatever will be will be...♫
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