Los españoles es que somos más papistas que el Papa y, en cuanto tenemos una pequeña oportunidad, dejamos a un lado el sentido del ridículo y corremos a desfacer entuertos que nos las pelamos.
Cuando el musical Hair se estrenó en el Public Theater del off-Broadway el 17 de octubre de 1967, se originó un gran revuelo en la sociedad de entonces, fundamentalmente porque actrices y actores aparecían desnudos en el escenario al final del Acto I. En la obra, una exaltación de las ideas y la cultura hippie se fumaba marihuana, pero eso no importaba demasiado. El asunto pasó a mayores y se convirtió en cuestión legal cuando la representación salió de gira por los Estados Unidos, porque el desnudo teatral era aceptable en Nueva York en aquella época, pero completamente desconocido en otros sitios. Otros tiempos.
Cuarenta y cuatro años después, el musical se está representando en Barcelona y, ¿qué creen que ha ocurrido? Pues ni más ni menos que un tarado anónimo ha denunciado a los productores porque en la obra...¡se fuma! Pero, alma de cántaro, cómo piensa usted que se puede representar una obra de este tipo sin echar humo?
Lo peor es que la Agencia de Salud Pública de Catalunya, en lugar de mandar al fulano a escardar cebollinos por gilipollas e indocumentado, hizo caso en principio a la denuncia y se personó en el teatro con la intención de crujir a los responsables del espectáculo. Al final se la envainó, claro, porque ya pueden imaginar el choteo de productores y artistas. Joan Lluis Goas, productor ejecutivo, se apresuró a advertir que lo que se fumaba en la obra era tabaco de pastor, una mezcla de hierbaluisa, albahaca y otras plantas aromáticas, y que "no se puede prohibir un elemento dramático en escena como el humo". El actor de la obra Chipper explicó que el uso de las hierbas aromáticas "no influye a la hora de cantar porque los actores no se tragan el humo".
Rafa Bueso, otro de los actores del musical, ha señalado que los hippies a los que representan experimentaban con las drogas y fumaban porros, y considera que "no hacerlo en escena sería mentir".
Ay, amigos, pero esto es España: la actual Ministra de Sanidad, la inefable Leire Pajín, no está de acuerdo con la marcha atrás de la Agencia de Salud Pública de Catalunya, y haciendo gala de su gran cultura ha dicho que los teatros son lugares de trabajo y por tanto no se debe fumar en las representaciones: "Igual que en teatro los crímenes no son reales, que simulen que fuman"
Enorme, es usted enorme, señorita Pajín, no sé qué vamos a hacer sin usted cuando dentro de poco se vaya a freír espárragos.
Cuando el musical Hair se estrenó en el Public Theater del off-Broadway el 17 de octubre de 1967, se originó un gran revuelo en la sociedad de entonces, fundamentalmente porque actrices y actores aparecían desnudos en el escenario al final del Acto I. En la obra, una exaltación de las ideas y la cultura hippie se fumaba marihuana, pero eso no importaba demasiado. El asunto pasó a mayores y se convirtió en cuestión legal cuando la representación salió de gira por los Estados Unidos, porque el desnudo teatral era aceptable en Nueva York en aquella época, pero completamente desconocido en otros sitios. Otros tiempos.
Cuarenta y cuatro años después, el musical se está representando en Barcelona y, ¿qué creen que ha ocurrido? Pues ni más ni menos que un tarado anónimo ha denunciado a los productores porque en la obra...¡se fuma! Pero, alma de cántaro, cómo piensa usted que se puede representar una obra de este tipo sin echar humo?
Lo peor es que la Agencia de Salud Pública de Catalunya, en lugar de mandar al fulano a escardar cebollinos por gilipollas e indocumentado, hizo caso en principio a la denuncia y se personó en el teatro con la intención de crujir a los responsables del espectáculo. Al final se la envainó, claro, porque ya pueden imaginar el choteo de productores y artistas. Joan Lluis Goas, productor ejecutivo, se apresuró a advertir que lo que se fumaba en la obra era tabaco de pastor, una mezcla de hierbaluisa, albahaca y otras plantas aromáticas, y que "no se puede prohibir un elemento dramático en escena como el humo". El actor de la obra Chipper explicó que el uso de las hierbas aromáticas "no influye a la hora de cantar porque los actores no se tragan el humo".
Rafa Bueso, otro de los actores del musical, ha señalado que los hippies a los que representan experimentaban con las drogas y fumaban porros, y considera que "no hacerlo en escena sería mentir".
Ay, amigos, pero esto es España: la actual Ministra de Sanidad, la inefable Leire Pajín, no está de acuerdo con la marcha atrás de la Agencia de Salud Pública de Catalunya, y haciendo gala de su gran cultura ha dicho que los teatros son lugares de trabajo y por tanto no se debe fumar en las representaciones: "Igual que en teatro los crímenes no son reales, que simulen que fuman"
Enorme, es usted enorme, señorita Pajín, no sé qué vamos a hacer sin usted cuando dentro de poco se vaya a freír espárragos.
P.D.: en este blog puede usted fumar tabaco, hierbaluisa, marihuana..., lo que quiera.
Los que no fuman nada también son bienvenidos.
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Última hora (11-03-2011):
El musical 'Hair' no infringió la Ley del Tabaco
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