jueves, 17 de octubre de 2013

UN ERROR DE INTERPRETACIÓN

Cuando Marx dijo aquéllo de que el obrero tiene más necesidad de respeto que de pan, no debió de pensar que algunos sindicalistas se tomasen lo del "pan", tan a rajatabla, y lo del "respeto", tan a la ligera. Uno, que personalmente, se ha fiado de la tan cacareada solidaridad e idealismo de los líderes sindicalistas, lo mismo que de la de los banqueros, por poner un ejemplo, no sale de su asombro al ver a una señora juez, o jueza para que luego no me tachen de machista y "facha reaccionario", siendo acosada e insultada día tras día por una manada, han leído bien manada, de energúmenos a la puerta de los Juzgados de Sevilla.
Me niego a publicar una foto de los energúmenos
Uno, tal vez en su cortedad de alcances, no puede llegar a comprender como unos sindicalistas, las abundantes insignias en sus ropajes así lo atestiguan, que supuestamente han de velar por los intereses económicos y laborales de los trabajadores, han desarrollado ese odio vil hacia alguien que trata de descubrir a los implicados en la trama de corrupción más vergonzosa que uno recuerda en este país, y que además ha afectado directamente a aquéllos que los susodichos vocingleros supuestamente defienden de las garras del capitalismo explotador, hasta el punto de tener que acudir a su trabajo escoltada policialmente.
Parece lógico que tipos del talante del yernísimo, del tesorero, de la folclórica, del gachó de la folcórica, del alcalde, la alcaldesa, el promotor inmobiliario, el concejal, etc... aparezcan de tanto en tanto (en España con demasiada frecuencia) implicados en oscuras operaciones al margen de la legalidad, lo llevan incorporado en su ADN, como ahora se dice, pero que los sindicalistas lleguen a esos extremos, y que para colmo sean defendidos a ultranza por los aparentemente afectados, alcanza cotas de surrealismo berlaguiano.
Creo sinceramente que todo se basa en un error de interpretación de la frase de Carlos Marx, o que quizás sus líderes se la hayan explicado de forma incorrecta.

16 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Carlos Marx es que era un chistoso. Ah, no, espera, que ese era Groucho.

Genial el artículo, no se puede expresar más claro y con menos papel de fumar.

jose dijo...

Y no hemos acabado de verlo todo.

Sirgatopardo dijo...

La única sorpresa posible, sería que los niños de San Ildefonso se llevasen la pasta del gordo a algún paraíso fiscal.

Juan Nadie dijo...

Ja, ja, eso ya sería lo más, pero, teniendo en cuenta el país en el que nos movemos, quién sabe...

finchu dijo...

Esperemos que sean culpables, si no que ridiculo vamos a hacer pidiendo disculpas como hicimos con Pepiño.

Sirgatopardo dijo...

En la cabecera de este blog reza: Ninguna afirmación debe ser creída sólo porque sea hecha por una autoridad.

Sirgatopardo dijo...

Lo de Pepiño me huele igual que lo de la Infanta.

Juan Nadie dijo...

No es que huela: atufa.
Pero ya sabemos, distintas varas de medir: algunos son culpables hasta de estar vivos, que para eso son la derechona; otros no son culpables de nada, aunque "la hayan preparao", son la izquierda guay, esa que va dando clases de moral pública todo el rato, sin tener la más mínima idea de qué sea eso.

Sirgatopardo dijo...

Como es que la nueva Preidenta de La Junta haya corrido a Madrid a pactar la "transparencia"...

marian dijo...

Curiosa manera de reclamar justicia, insultando y acosando a la juez. Hala, a intimidarla de vez en cuando para que coja miedo (táctica facha donde las haya), y de paso, ponemos su actuación judicial en entredicho, que algo quedará. Sembrando cizaña, la táctica de siempre, y si no se tienen argumentos...se inventan.

marian dijo...

Coaccionando a una juez y al mismo tiempo gritando "libertad" ¡Toma moreno!

marian dijo...

En qué ha venido a parar gran parte de la autodenominada Izquierda...en llamar "Fea" a una mujer (que encima no lo es), o prejuzgarla por la ropa que lleve puesta. Pues anda que no les gustaba un modelito a las ministras "izquierdosas".

Sirgatopardo dijo...

Es que lo mires por donde lo mires, no tiene un pase. Son los nuevos señoritos del cortijo y lo defienden a través de métodos caciquiles.

marian dijo...

Que se les tenía que caer la cara de vergüenza, pero qué va, le echan más.

Sirgatopardo dijo...

Es que hace mucho que colgaron el mono de trabajo........y claro.

Juan Nadie dijo...

La clave la acaba de dar Gatopardo: "los nuevos señoritos del cortijo".