Decía Aristóteles -algo sabría de esto-, que "el todo es más que la suma de las partes".
La frase es aplicable a la situación "grouchiana" de este país en los últimos años, donde la posición de la ciudadanía crítica respecto a los discursos huecos de los representantes de los diversos partidos en el poder u oposición, hacen que ésta aplauda jocosa que por fin los mandatarios mundiales hayan tenido durante los funerales de Johannesburgo la fiel interpretación al idioma de signos de sordos, que sus rimbombantes monólogos tanto merecían.
Thamsanga Jantijes, que así se llama el genial, y al parecer, falso intérprete, debiera ser contratado ipso facto por la Generalitat para intentar hacernos comprensibles las arengas independentistas del molt honorable president Artur Mas.
Madrid, capital de la Villa y Corte, se ha librado estos días, y no precisamente por deseo de los políticos competentes, de convertirse, primero en capital olímpica, y posteriormente en La Habana "batistiana" de una sóla tacada, en primer lugar por el reincidente plantón del Comité Olímpico, a pesar, o, quizás debido, a la "ponencia" de la alcaldesa de la villa, y más tarde la huída con la pasta a otra parte del Don Adelson, ante la "firme e inquebrantable" postura intransigente a sus anticonstitucionales exigencias, ¿cómo, y cuales, serían?
Otro tema que mosquea al personal, es la próxima autorización a los vigilantes privados del uso y empleo de atribuciones propias de la Policía y la Guardia Civil, tales como, por ejemplo, la identificación y detención de personas sospechosas. Parece claro el objetivo de sustituir a corto y medio plazo, los costosos empleados profesionales de los cuerpos estatales, por vigilantes más baratos contratados a empresas privadas de seguridad, las cuales, ¿porqué no?, pueden ser propiedad directa o indirecta, de, entre otros, personas con intereses en el crimen organizado. El dinero da para mucho.
Ya metidos en recortes y puestos a ahorrarle recursos económicos al estado, propongo privatizar también la Iglesia, los sindicatos, el Senado, el Congreso, el sursum corda, y ya puestos, la mismísima Zarzuela.
14 comentarios:
Mal vamos a acabar, con o sin privatizaciones.
Si Groucho levantara la cabeza...
Oye, la zarzuela ni me la toques, eh?
Ese "agua, azucarillos y aguardiente" o "el barberillo de lavapies"... ni tocarlos!
Pues yo me alegro de lo de Eurovegas, que siempre me dio mala espina.
De lo que no me alegro es lo de los vigilantes jurados, me parece un error garrafal ¿qué sentido tiene?, ya lo sé, el mismo que tienen los que hacen estas leyes.
Yo también que bastantes mafiosos tenemos ya nosotros solos. La cara que ponía el presidente de la Comunidad de Madrid ante los medios de comunicación, era digna de un cómic.
Groucho se daría un festín humorístico con este país.
Lo de Eurovegas no tenía un pase desde el principio, y ahora menos. ¿Qué es eso de hacer leyes especiales para su propio provecho y si le va mal que pague el contribuyente? No se puede tener tanto morro. Está bien que se vaya a escardar cebollinos por ahí, y que no vuelva ni de visita.
Por lo demás, todo muy divertido, oiga. Ay!
Debe ser que el falso intérprete solo sabía el lenguaje de los signos en zulú. Qué manera de quedarse con medio mundo, parece sacado de una película.
Con los votos y demás que pensaban sacar con EUROVEGAS.....
Eso no se le ocurriría ni al mismo Buñuel. Yo no recuerdo un caso más surrealista...
No he visto la cara del presidente que dices, pero la imagino.
Votos aznarianos serían esos.
De los de "pan para hoy y hambre para mañana".
No te olvides la competencia que tuvieron con los catalanes de CiU...
Otros, que dios los guarde.
¿Es que no va ser posible crear puestos de trabajo normales?.
Si, en China.
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