El orgullo de una nación

Antes que nada mis más sinceras felicitaciones al pueblo japonés, que ante los dantescos acontencimientos que están sufriendo, dan muestra de un temple y entereza sólo al alcance de los orientales. Parece evidente que el Bushido Samurai tiene bastante que ver con la ejemplaridad del comportamiento. No quiero ni pensar que hubiese ocurrido en nuestro país ante una situación de este tipo. Posiblemente los chorizos de toda índole estarían maquinado la manera de sacar provecho mediante saqueos los unos, y maniobras coprruptas los otros. Me imagino a los líderes políticos echándose la culpa unos a otros y aprovechando las ventajas electorales que pudieran obtenerse, a los afectados exigiendo daños y perjuicios y a los bancos negándose a conceder créditos. A las televisiones programando reportajes especiales a todo morbo con las consabidas exclusivas de famosos, etc, etc, etc...Lo dicho, reiterar mi respeto y admiración por los nipones, que si se recuperaron de Nagasaki e Hiroshima, asimismo se recuperarán de ésta.