UN NUEVO SIGLO DE LAS LUCES

En esta Europa económica y laboralmente convulsa, en una época en la que los valores preconizados por la Iglesia y sus altas jerarquías representativas, ofrecen una grotesca credibilidad, en la cual la imagen de los líderes políticos y sindicales equivale a la de trileros y carteristas y donde el capitalismo más salvaje campa a sus anchas abaratando la mano de obra hasta extremos inconcebibles pocos años antes, donde las nuevas generaciones están imposibilitadas para ni siquiera poder vislumbrar su horizonte vital, la sociedad europea se enfrenta aproximadamente cada cuatro años, con la vana e inocente esperanza de variar mínimamente las reglas y el posterior transcurso de los acontecimientos, al democrático y supuestamente higiénico, compromiso de las urnas.

Mientras hoy,  24 de Octubre 2013, la Enseñanza está de huelga en España para protestar contra la implantación de la LOMCE, mañana lo estará la Sanidad contra cualquier otra medida de recorte, una más, del Ministerio de la Señora Mato, sí, aquélla misma que ignoraba quien le subvencionaba las celebraciones familiares a bombo y platillo. Quizás pasado mañana sean los afectados por el cierre de cualquier empresa que haya perdido competitividad en favor de chinos, vietnamitas, mano de obra infantil de Bangladesh, o cualquier otro nuevo y recóndito lugar descubierto por los ejecutivos de aprovisionamiento de las grandes empresas occidentales, en su incansable labor de búsqueda de beneficios, vengan estos de donde vengan, sin que la procedencia y dudoso origen de los mismos sea incumbencia de los ávidos Consejos de Administración.

Mientras se proclama a los cuatro vientos el fin de la recesión económica española, como supuesto consuelo e inmediata solución a los males que aquejan a los seis millones de parados, ocultan a la opinión pública la auténtica identidad de los primeros beneficiados por tal acontecimiento, y, que en ningún caso, han sido los sacrificados por las medidas de recorte y aumento de impuestos adoptadas para la consecución de tal finalidad, sino más bien aquéllos a quienes fueron destinados los fondos del mil veces negado rescate comunitario. 

No sería justo por mi parte ignorar el desastre económico y abandono en que dejó sumido a este país, primero la arrogante estupidez, y posteriormente la cobarde y electoralista ocultación del estropicio generado, el desgobierno del ZPresidente más incompetente de la historia democrática occidental.

Si ya en su momento la Ilustración y sus consiguientes efectos reformistas pasaron por España como el Mr. Marshall de Berlanga, así nos luce el pelo, no estaría de más, soñar es libre, el repentino estallido de un nuevo "Siglo de las Luces" que disipase, como obró en su momento, no sólo las tinieblas originadas por la religión y la aristocracia, con las consecuentes supersticiones que ello acarrea, si no que además provocase la eclosión del razonamiento libre facilitando eliminar modernas tiranías capital-político-sindicales y de paso rancios y trasnochados nacionalismos.
Con los precios actuales de la luz, los sueños, sueños......