lunes, 31 de enero de 2011

Borges, genial, bobalicón e imprescindible

Un libro que contiene una recopilación de 333 anécdotas atribuidas al escritor argentino Jorge Luis Borges lo describe como un hombre "genial, bobalicón, imprescindible", según afirma su autor, Mario Paoletti.
Paoletti (Buenos Aires, 1940) ha estado trabajando con su mujer, Pilar Bravo, en una biografía de Borges durante más de diez años y "cada vez se fue haciendo más evidente que había un subgénero, el de las anécdotas, que pedía más espacio", explica en una entrevista con Efe. Ese espacio es el que ocupa ahora "El otro Borges. Anecdotario completo", publicado en Argentina en diciembre último por Ediciones Emecé y que se lanzará en España próximamente.
"Ningún escritor en lengua española ha protagonizado tantas anécdotas como Jorge Luis Borges. Es tal la abundancia y variedad que a menudo se cree que pertenecen a otros escritores o son simplemente invenciones", se lee en la contraportada del libro. Paoletti, periodista y docente, dirige desde hace 25 años en Toledo el Centro de Estudios Internacionales de la Fundación Ortega y Gasset-Marañón e investiga sobre Borges "desde siempre".
Autor de novela, relato, poesía y ensayo, Paoletti publicó en 1999 una biografía y un diccionario ("Borges verbal") en colaboración con su mujer, que es, además, su documentalista. Paoletti afirma que, mientras trabajaba en la biografía de Borges, recordó que el ahora premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa sugirió hace casi diez años en un congreso en Murcia "que alguien debía sistematizar" y "darle forma de libro" al amplio anecdotario sobre el autor argentino. "Ese alguien fui yo", recalca Paoletti.
"La dificultad principal, como ocurre siempre con investigaciones de este tipo, fue separar el polvo de la paja. Hay muchas supuestas anécdotas sobre Borges que son, en realidad, invención de entrevistadores o reedición de anécdotas que ya se habían colgado a otros personajes", explica Paoletti.
En el libro hay anécdotas de todo tipo, como cuando se publicó la noticia falsa de la muerte de Borges y su amigo Ulises Petit de Murat le llamó para expresarle su disgusto por esa noticia "apócrifa", Borges le respondió: "Apócrifa no; solo prematura". Cuando un periodista le preguntó si conocía a Ernesto Sábato, con quien no mantenía buenas relaciones, Borges le respondió que "por supuesto" lo conocía: "Es un autor que escribe sobre túneles, tumbas y cosas así. ¡Cómo no voy a conocer a Ernesto Sótano!".
Las 333 anécdotas recogidas en las 188 páginas del libro, cuya lectura se hace muy amena, reflejan a un Borges "distinto", de ahí que el libro se titule: "El otro Borges", dice Paoletti. "Básicamente", agrega, "refleja a un Borges bienhumorado, divertido, gracioso, con una lengua muy filosa". Bastante distinto del Borges cerebral de sus cuentos "y también al desdichado y melancólico de sus poemas. Creo que ese es el principal aporte de este libro", afirma su autor.
Paoletti dice que hay anécdotas basadas en la "ridiculización de alguna persona", como la referida a Sábato o al músico Astor Piazzola, al que rebautiza como "Astor Pianola". También las que tratan de burlarse de algunas convenciones sobre la literatura. Por ejemplo: "¿Cuál es el mensaje de su obra?", le pregunta un periodista, y Borges responde: "Es que yo no soy mensajero".
O cuando en Escocia, nevando y con un frío de muerte, insistió en entrar en una capillita de no más de cinco metros cuadrados y allí, en medio del helado silencio, recitó en voz alta el Padrenuestro en anglosajón. Y al regresar al coche, explicó: "Lo hice para darle una sorpresa a Dios". En el libro aparece también un Borges "procaz", dice Paoletti. Entre amigos íntimos, Borges era "bastante mal hablado" y el libro recoge varias anécdotas de tono subido.
"En todos los hombres hay muchos hombres. Y en Borges también. Además, el Borges del humor no estaba aislado del Borges ensimismado: vivían en un mismo cuerpo de tiempo compartido", afirma Paoletti.
A veces "Borges se quejaba de su propio sentido del humor", ya que "consideraba que el humorismo puede ser una mala costumbre", dice. Explicaba, por ejemplo, que cuando le concedieron el premio Cervantes, para hacer un chiste, dijo: "Ahora que soy rico voy a comprarme el Espasa".
Se enteraron en Espasa Calpe e inmediatamente anunciaron que le regalarían la enciclopedia (más de 20 tomos). Y entonces Borges concluyó: "Si me la regalan voy a tener que irme de mi apartamento, porque los dos no cabemos. Y si la regalo o la vendo voy a quedar como un canalla". En el libro aparecen también los "peores Borges", como el político reaccionario y el racista, dice Paoletti. "A Borges le encantaba ir en contra de la corriente, pero muchas veces se pasaba. Y entonces no tenía nada de gracioso, sino todo lo contrario", concluye.

2 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Genio y figura. Genio.

Sirgatopardo dijo...

A Borges entras, aunque sea con carácter retroactivo.