Un año después, tras acatar y aplicar obedientemente todos los recortes dictados por la señora Merkel, y a pesar de tomar medidas salvadoras tan extravagantes e imaginativas como la amnistía fiscal y el reciente incentivo en forma de permisos de residencia a extranjeros inversores en bienes inmuebles, el número de parados, autónomos, pequeños y medianos empresarios, comerciantes en quiebra, sigue aumentando sin tregua, batiéndose cada día tristes récords de creciente pobreza.
La prevista salida de la crisis, aquéllos brotes verdes que el visionario ZP anunciara en uno de sus múltiples delirios desde el oráculo monclovita, a pesar, o quizás debido a los drásticos aumentos en el IVA, se va retrasando con cada comunicado oficial, sembrando serias dudas en todo aquél que tiene a bien valorarlos.
A pesar de que el futuro de, a éste paso, varias generaciones de jóvenes españoles mejor preparados que nunca, se encuentre allende de nuestras fronteras rememorando la canción compuesta por Juanito Valderrama, de que artistas, escritores, investigadores y otras especies en extinción tengan que buscarse las habichuelas a la cola del paro, de que la cesta de la compra de nuestros pensionistas se esté convirtiendo día a día en una dosis justa de supervivencia, de que el índice de suicidios como consecuencia de los desahucios no tenga visos de disminuir ni después de la cortina de humo en forma de moratoria que han acordado gobierno y oposición, no queda otro remedio que reconocer, faltaría más, el firme compromiso del gobierno de Rajoy con la solución a las dificultades económicas creadas en el seno de las antiguas Cajas de Ahorros tan desastrosamente dirigidas por políticos designados a dedo en función de los méritos contraídos en el partido de turno.
Hemos de felicitar a nuestros ministros de Economía y Hacienda, Sres. De Guindos y Montoro, por su desvelo en la inagotable inyección a las citadas Cajas de Ahorro disfrazadas con nuevos nombres y logotipos, de los fondos trabajosamente arrancados de partidas presupuestarias de menor importancia en Sanidad, Educación, Investigación o Cultura.
Felicitemos pues a un gobierno, el actual, que ha logrado sacar a la calle sin distinción, tanto a jueces, profesores, médicos, abogados o catedráticos, como a jubilados, obreros, funcionarios, estudiantes o contestatarios rebeldes antisistema, pero que al parecer, ¡oh sorpresa!, cuenta con el apoyo y beneplácito de las instituciones financieras nacionales, y lo que es más importante, internacionales.
Si en un año han logrado aumentar sideralmente las diferencias entre ricos y pobres, que no conseguirán de aquí al final de la legislatura, aprovechándose de la tristemente nula oposición planteada por los socialistas.
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Fotomontaje : Gatopardo |
Esperanzador porvenir nos aguarda a los ciudadanos de a pie......para muestra valga un botón.