En el día que han subido la luz el 7%, en el día que Rajoy defiende el ajuste como único antídoto contra la bancarrota, en el día que el gobierno ha recortado el 34% en investigación, en el día que -las desgracias nunca vienen solas- se nos ha ido para siempre el genial Antonio Mingote, me quedaré con las ganas de ver reflejada su opinión en alguna de sus magistrales viñetas, sobre los 82.000 de vellón que se va a gastar el parlamento español en el retrato del presidente saliente -socialista por más señas- de la Cámara de los Diputados. Si ya el anterior presidente Miguel Angel Marin desembolsó algo así como 23.000 en una foto, que no es moco de pavo, el amigo Bono parece preferir pasar a la posteridad pintado al óleo. Lo que no queda claro es si va a posar para tal fin ante el retratista Bernardo Torrens, con la medalla que se autoimpuso durante su gloriosa etapa al frente del Ministerio de Defensa, o haciendo honor a su tierra manchega cuya autonomía presidió durante largos años, vestido de lagarterana. Una pena que nuestros políticos no estén a la altura de nuestros humoristas....
¿Cuál sería la visión del recién fallecido Don Antonio?
5 comentarios:
Yo creo que D. Antonio se habrá ido un poco aburrido y, desde luego, curado de espanto; lo que no habrá visto en las décadas de dedicación al análisis político y social...
Amén
¿Y qué necesidad tenemos de que pasen a la posteridad?, ¿quién les ha ido con ese cuento chino?.
Con una caricatura van que chutan.
¿No les dará vergüenza?, a todos,
Si la caricatura se la hace Antonio Mingote se pueden dar con un canto en los dientes. Claro que dentro de un siglo todo el mundo sabrá quien era Mingote y sin embargo tendrá que preguntar quienes eran esos tipos a los que caricaturizó. Siempre ocurrió así. Justicia poética.
Éstos no se cortan ni con cuchillas de afeitar, es una vergüenza cochina.
Publicar un comentario