Uno, firme participante en todo tipo de ceremonias nacionalistas provistas de charanga y pandereta -léase banderas e himnos-, y defensor a ultranza de la familia real española y por tanto de tosd tipo de monarquías, está realmente indignado con la insigne presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Doña Esperanza Aguirre por sus declaraciones anteriores al partido de la final de la Copa del Rey de fútbol, en las cuáles animaba a celebrar dicho partido a puerta cerrada en el supuesto caso de que las aficiones de ambos equipos, cómo ya sucedió en 2009, abucheasen el himno patrio.
Con el insoportable tufillo sensacionalista y populista que despreden dichas declaraciones a los medios de comunicación, y en flagrante maniobra de desvio de la atención pública sobre su propia ocultación del verdadero déficit presupuestario en la Comunidad de Madrid por ella regentada, de los problemas en los fondos de Bankia, del uso de dinero público en Marbella por parte del Presidente del TSJ y su posterior archivo con tintes claramente corporativistas -en manos de qué jueces estamos-, de la catastrófica situación de la deuda, etc., hay que culparla de que alrededor de cincuenta mil aficionados, adoctrinados por el separatismo, del Barcelona y Athletic de Bilbao disfrazados de equipo y patria (txapelas, barretinas, camisetas, banderas autonómicas, pinturas en la cara, pancartas alusivas y otras señales de inbdependentismo ), incrementasen, si cabe, el volúmen de sus antipatrióticos abucheos durante los 16 segundos que duró la interpretación del himno nacional español, además de las imprecacones a la distinguida Presidenta.
Sí, habéis oído bien, dieciséis segundos a los cuales fue reducida la duración del himno nacional para hacer menos tensa y penosa la magna imagen del Príncipe Don Felipe de Borbón y su esposa Doña Letizia abucheados públicamente en el palco del estadio Vicente Calderón ante millones de espectadores de las televisiones de medio mundo.
Sabíamos, y los madrileños mejor que nadie, la desmesurada afición de Doña Esperanza a recortar en las partidas presupuestarias de Enseñanza y Sanidad, pero llegar hasta el punto de propiciar recortes en el himno nacional, sólamente está al alcance de los elegidos. Ni Rajoy, De Guindos y Montoro serían capaces de tal gesta recortadora.
Flaco favor le ha hecho Vd. a la Corona, y siendo como es, aristócrata por vías urinarias, hace honor al refrán de que la peor cuña es la de la misma madera.
12 comentarios:
Un talibán con faldas, esos es lo que es doña Espe.
Y falangista de pro.
ëstos del PP han recortado hasta el himno, que ya es recortar....
♫ Esperanza ♫ Esperanza,
♫ sólo sabe bailar el chachachá ♫♫♫
(Tu última frase...apoteósica)
La apoteósica es la Espe...
...también sabe bailar el...
fachachá ♫
Ja, ja, ja, y el fachodoble...
A los del tipo "Espe"...los dejamos y nos plantan una república bananera en menos que canta un gallo.
O lo que es peor, una monarquía más bananera y cinegética...
Eso es de la caza ¿no?
La del conejo incluída....
je, je, je,
no me interrumpas que estoy viendo al Cai guo, jolín.
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